La observación metódica de los ciclos productivos de los limoneros tucumanos (brotación, floración, formación y maduración de la fruta), están íntimamente relacionados con las condiciones climáticas de cada campaña y es determinante a la hora de decidir la oportunidad de algunas acciones en el manejo de la plantación, especialmente las que conciernen a los cuidados fitosanitarios”, plantea el informe “Estudios fenológicos y manejo del cultivo del limón en Tucumán”. 2
Al igual que cualquier otro ser vivo, los limoneros son sensibles a la luz, al agua, a las condiciones del suelo y a la temperatura propia de cada estación. Pero, a diferencia de las especies que hacen mudanzas totales, el follaje de estos árboles registra transformaciones suaves y sutiles. El contraste más intenso se verifica en la propia piel de los limones, que nacen verdes y, con el paso del tiempo en las ramas, adquieren el tono amarillo lustroso que
avisa que completaron con éxito el proceso de maduración. Cuando bajan las temperaturas, esto impulsa el cambio de color.
Al finalizar el invierno, se abren los racimos de azahares y en las 23 fincas de Citrusvil se denota
la preparación para ver los frutos que luego, serán procesados, logrando los productos que industrializa Citrusvil para el mundo. Es un fenómeno que impregna el aire de un perfume dulzón.
Se trata de la señal inequívoca de que el ciclo biológico se está cumpliendo según lo previsto y que se acerca la primavera. A partir de allí, comenzarán las temperaturas más altas: es el momento de las copas brillosas y exuberantes por la brotación.
Otoño
Arranca la recolección
El limonero mantiene parte de su vigor, pero muestra signos de cambio con la llegada de temperaturas más frescas. Las hojas, aunque siguen siendo verdes, pueden perder algo de su brillo y comienzan a caerse gradualmente. El follaje es naturalmente menos denso en comparación con el verano.
A partir de abril, los limones tienden a ser de un color amarillo más intenso, ya que están en su madurez completa. Las ramas siguen manteniendo su forma arqueada por el peso de los frutos, pero el árbol exhibe una apariencia más discreta. En esta estación arranca la cosecha, y nuestras fincas reciben a más de 2.500 trabajadores temporarios para encarar la recolección.
Invierno
Ramas más desnudas
Aunque es un árbol perenne y conserva la mayoría de sus hojas, durante el invierno se concluye la cosecha y el limonero se libera por completo del peso que arqueaba sus ramas. Estas se ven algo desnudas, y el tronco mantiene su color grisáceo o marrón claro. En esta estación predomina el estado reposado: la actividad mínima permite al limonero concentrar sus energías en la brotación y la floración, que suelen suceder entre finales de agosto y comienzos de septiembre.
Primavera
Renacimiento
En la primavera, el limonero se despierta y busca el esplendor. Sus hojas verdes son brillantes y el follaje es denso, lleno de vitalidad. Lo más característico de esta estación es la abundancia de flores blancas pequeñas y con mucho perfume, conocidas como azahares, que cubren el árbol y llenan el aire con su aroma dulce.
Estas flores son el preludio de los futuros frutos. Durante esta época, puede haber algunos limones verdes en crecimiento. Llenas de hojas y de flores, las ramas atraen a polinizadores como las abejas que producen la preciada miel de flor de azahar tucumano. El ambiente alrededor del árbol es fresco, y emana una sensación de renacimiento y energía.
Verano
Sombra agradable
El limonero presenta un aspecto vibrante y lleno de vida. El follaje es denso, con hojas grandes y brillantes de color verde oscuro. En esta estación, el limonero suele estar cargado de limones, que varían entre los diferentes tonos de verde Los limones son ovalados y de diferentes tamaños distribuidos entre las ramas,. Las ramas comienzan a arquearse presionadas por el crecimiento de los frutos y proyectan una sombra agradable que es especialmente valiosa durante los días que el termómetro sobrepasa los 40 grados.
Superficie cultivada en Tucumán en 2023/24
Según un estudio realizado por la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC)2, Tucumán tuvo en la campaña 2023/24 alrededor de 41.990 hectáreas netas de limoneros de dos o más años de edad. (Se deduce el 9% aproximadamente por callejones, playas de cosecha y otras instalaciones).
Referencias
1) “Estudios enológicos y manejo del cultivo del limón en Tucumán”, Nelson D. Aranda; Dardo H. Figueroa; Nicolás Mitrovich; M. Inés Valdéz; M. Belén Roig; Hernán Salas.Sección Fruticultura. 2023
Publicación disponible aquí.
2) EEAOC – “Estimación del área implantada con cítricos en Tucumán en 2024”