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En Citrusvil trabajamos para superar las expectativas de nuestros clientes y marcar un diferencial. Somos conscientes de que adaptarse a los cambios globales y dar respuesta a las demandas de mercado, requiere de una constante actualización e innovación en las prácticas de la citricultura. Por eso, asumimos el desafío de incorporarnos a la producción de limón orgánico para su industrialización.

Para entender cómo llegamos a estos cambios, es necesario repasar nuestro recorrido hacia la producción orgánica. Desde el inicio, nos propusimos buscar y utilizar las mejores herramientas para que una finca se vea igual o mejor que otra donde se aplica la producción convencional.

“Utilizamos todas las herramientas disponibles para que la planta pueda expresar su máximo potencial, como así también, nos capacitamos con especialistas en esta temática. Hoy, a dos años de haber hecho este cambio de rumbo, podemos decir que tenemos una productividad destacada”. José Luis Taddei, Jefe de Producción Primaria.

Finca La Ramada

Geográficamente, esta finca se encuentra al este de Tucumán, a unos kilómetros del departamento de Burruyacú y tiene alrededor de 225 hectáreas netas de producción.

Las plantaciones de limón en esta finca se hicieron en dos etapas: la primera en 2009 con unas 60 hectáreas y el resto se terminó de plantar en la segunda etapa, en 2012.

Hasta inicios del 2019 desarrollamos producción convencional y ese año cambiamos a una modalidad orgánica.

“Este cambio de rumbo que hicimos en la finca fue todo una transformación técnica y el equipo tuvo que aprender nuevos desafíos”, reconoció Taddei.

La etapa de conversión

La conversión de un cultivo convencional por uno orgánico representó una oportunidad de aprendizaje. Nuestros compromisos con la sanidad, inocuidad y calidad certificada fueron bandera. Para cumplir con nuestros objetivos, invertimos en la formación de nuestros colaboradores y contratamos a un consultor especializado en este tipo de cultivo. Así, aprendimos sobre las características de la producción orgánica y las tareas requeridas en el período de transición para llegar a la meta.

“Estos conocimientos significaron para nosotros un cambio de mentalidad. Dejamos de pensar en lo orgánico como algo sin intervención alguna, a un manejo técnico adecuado a procesos registrados y certificados”. Juan Altamiranda, Gerente de Producción Primaria.

También nos informamos sobre los proveedores de insumos para la producción orgánica, las condiciones sanitarias para el acceso de la fruta a la planta industrial, la limpieza de vehículos que transportan los productos, elementos de higiene para la cosecha de la fruta de estas características, entre otras.

“Si comparamos ambos manejos de producción, son muy similares en cuanto a las tareas de cultivo, lo que cambia son las herramientas tecnológicas relacionadas con el uso de fertilizantes y agroquímicos destinadas a la producción de cultivos orgánicos”, puntualizó Taddei.

En este proceso de aprendizaje “el equipo asumió con mucho compromiso el desafío para adaptarse al cambio y progresar en línea con los requerimientos de las normas que regulan esta certificación”, destacó Altamiranda.

Todos estos cambios que realizamos, se hicieron con la premisa de realizarlos sin descuidar en cada etapa de la producción orgánica, el cuidado de las plantaciones, el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la conservación del agua y la eficientización de los recursos, entre otros aspectos.

De nuestra finca a la industrialización

La demanda de productos orgánicos es creciente y desde Citrusvil asumimos este desafío.

“Es nuestro interés que podamos comercializar para el 2023 jugo de limón orgánico a todos nuestros clientes así como también subproductos como aceite y pulpa con certificación”. Alex Nolte, Gerente Comercial Industria.

Nuestro trabajo no termina aquí. Aspiramos en los próximos años a aprovechar y adaptar, en esta misma línea, a otras de nuestras fincas, en condiciones similares a la de La Ramada.

Calidad orgánica

La producción orgánica busca mantener y mejorar la fertilidad del suelo y la diversidad biológica, protegiendo los cultivos y animales de plagas, como así también la maleza. Para ello, se toma en consideración la observación y conocimiento de los ciclos naturales de los elementos y de los seres vivos y se aplican diferentes técnicas sin la utilización de productos de síntesis química ni de organismos genéticamente modificados.

La condición orgánica de un producto es un atributo de calidad que garantiza que cuenta con requisitos adicionales respecto de los exigidos para los productos convencionales.

Certificación

La producción orgánica consta de un proceso de certificación que permite garantizar la trazabilidad de los productos orgánicos industriales al campo donde se produjo.

Juan Altamiranda, Gerente de Producción Primaria, explicó que nos encontramos trabajando con dos programas para la producción primaria: SUE (SENASA – Unión Europea) que requiere 36 meses de conversión, y el programa americano NOP, que lleva 12 meses de conversión.

Desde Citrusvil, nos preparamos para obtener la certificación para ambos mercados. Para ello, “desde Aseguramiento de Calidad acompañamos este proceso desde campo a la industria, para que podamos contar con productos industriales orgánicos certificados”. Noelia Lescano, Jefa de Aseguramiento de Calidad y Medioambiente.

¿Sabías qué?

Hay una clara tendencia en los mercados en consumir alimentos lo más naturales posibles (frescos e integrales) y de procedencia sostenible en términos medioambientales. A su vez, hay un marcado interés de los consumidores y la población en general en conocer quién produce sus alimentos, dónde y de qué manera.

Si bien en Argentina la demanda interna de estos productos aún es baja, crece a buen ritmo, destacándose el consumo orgánico en los países desarrollados por conciencia y poder adquisitivo.

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